El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció la compra de 500 bitcoins por más de 15,3 millones de dólares en momentos en los que el valor de este activo digital se desplomó.
«¡El Salvador acaba de comprar la caída! 500 monedas a un precio promedio en dólares de 30.744″, escribió el mandatario salvadoreño en su cuenta de la red social Twitter, según la agencia de noticias EFE.
Con esta compra, el país aumentó sus reservas de bitcoin a 2.301 monedas, aunque se desconoce si el Gobierno vendió parte de esos activos digitales no solo para pagar un bono a la población equivalente a 30 dólares sino además para la construcción de un hospital veterinario.
La adquisición de bitcoin, de la que ni el Gobierno ni las autónomas involucradas revelan datos más allá de los tuits de Bukele, se dio luego de que la criptomoneda perdiera el fin de semana casi el 50% de su valor, seis meses después de alcanzar sus máximos históricos.
En caída libre
Hace seis meses el bitcoin alcanzó sus máximos históricos en 68.991 dólares, pero desde entonces cayó cerca de un 50% en un contexto de endurecimiento de las políticas monetarias para combatir la alta inflación.
En 2021 se dio una situación similar, dado que a mediados de mayo el bitcoin llegó a los 33.200 dólares y perdió un 49% desde los 64.869 dólares marcados en abril de ese año, que entonces era su máximo histórico.
El Salvador cumplió recientemente ocho meses desde que entró en vigencia la Ley Bitcoin, que le da circulación legal en el país junto al dólar de Estados Unidos.
Estos meses se vieron marcados por la falta de rendición de cuentas del uso de más de 200 millones de dólares, 150 de ellos para un fideicomiso -fondo-, aprobado por la Asamblea Legislativa para la adopción del bitcoin.
El referido fideicomiso es manejado por un banco estatal, que puso bajo secreto la información relacionada el manejo de este dinero.
Varios proyectos
Los principales proyectos vinculados al bitcoin que el Gobierno lanzó son el minado de esta criptomoneda para intentar generar riqueza con la energía de los volcanes, la «ciudad bitcoin» -cuya fecha para el comienzo de la construcción se desconoce- y la emisión de 1.000 millones de dólares en bonos.
Esta última medida se colocó también como una alternativa para satisfacer las crecientes necesidades de financiación del Ejecutivo salvadoreño.
El ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, sostuvo a comienzos de febrero que la emisión de estos bonos «puede ser bastante interesante como mecanismo de manejo de la deuda de El Salvador y que abre una nueva ventana de financiamiento para manejar de mejor forma la curva de repago».
Se esperaba, según el anuncio del Gobierno, que la emisión se diera en marzo pasado, pero se suspendió supuestamente para dar prioridad a una reforma de pensiones.